lunes, 10 de septiembre de 2012


“LIGEROS de EQUIPAJE”


Cómo hacer la maleta, bolsa o mochila y que no nos falte de nada? Qué reto!! En fin… vamos allá. 

Antes de nada, debemos escoger entre maleta, bolsa o mochila. Recomendamos: Si el viaje es corto en el tiempo o en coche, podemos optar por la bolsa de mano y no facturar en caso de vuelo. Si el viaje tiene una duración de más de cuatro días, mejor una maleta. Para jóvenes y viajes de aventura se siguiere la mochila.

Si elegimos la maleta, hemos de decidirnos sobre su tamaño, que ha de estar acorde con los días que vamos a estar fuera. Eso si, con ruedas, para evitar la incomodidad de cargar con ella en aeropuertos, estaciones de tren o autobús, hoteles, etc.



Hemos de decidir el tipo de maleta a elegir:

1. Blanda. Ideal si no llevemos cosas delicadas o puedan arrugarse. Así como, si viajamos en nuestro propio vehículo o en un medio de transporte donde no necesitemos facturarla. Además, si el lugar donde alojarla durante el viaje es reducido, nos permitirá aprovechar mejor el espacio, ya que al ser maleable se adaptara mejor a este. Pero… tampoco abuses demasiado! Si la “estrujas” arrugarás todo aquello que hayas depositado en su interior.

2. Dura. Fundamental para aquellos desplazamientos en que facturamos nuestro equipaje (aviones, principalmente). Pero no elegirla excesivamente rígida, se correrá el riesgo que se quede marcada, por los golpes del viaje.

Que prendas hemos de llevar y como? 

Aconsejamos dejar siempre algo en el armario… llevar sólo lo realmente indispensable. Por experiencia… olvidémonos del “por si a caso”,… di NO a los excesos.

Todo dependerá de la duración del viaje, el lugar de destino y el tiempo. Para empezar, consultar el tiempo previsto, a través de tu agencia de viajes, o internet. Otro aspecto que limitará nuestra equipaje es el medio de transporte; si vamos en avión, tendremos que aprovechar el espacio al máximo, o facturar equipaje y arriesgarnos a que se extravíe… cómo suele pasar!!

“Si lo tienen, no lo lleves”. Consultar a la agencia o al hotel sobre la disposición de toallas, champú, gel, cepillo de dientes, pasta dental, jabón, secador de pelo o zapatillas, ahorraremos espacio y peso; aunque hay cosas y productos de uso muy personal de los que no podemos separarnos. Que sean los menos.

Haz el equipaje con tiempo, al menos con 2 días de antelación. Si recapacitas, podrás consultarlo con la almohada, es una gran consejera. Y recomendable, hacer una pequeña lista del equipaje a llevar nos permitirá tener una visión general de lo que vamos a necesitar. En ella debemos dividir el equipaje en tres tipos: imprescindible, evitable y superfluo; yo suelo elegir solo el primero. Conforme vayamos introduciendo las cosas en la maleta, las iremos tachando para asegurarnos de que no olvidamos nada esencial.

Las prendas menos delicadas y más pesadas, como los zapatos, pantalones, las chaquetas o jerseys, siempre deberán ser lo primero que introduzcamos en nuestra maleta. La ropa más delicada siempre al final, nunca está de más envolverlas con papel de cebolla, evitaremos roces y además se arrugará bastante menos.

Para ahorrar espacio, podemos meter objetos, o los calcetines y medias dentro de los zapatos, así también se evitará que el calzado se deforme. Luego, todo dentro de una bolsita individual, no en cajas, y colocarlos en los laterales de la maleta, con las suelas enfrentadas.


Un consejo muy práctico, plegar los pantalones por la mitad y luego continuar haciendo un “rulito”. Ocupan muy poco espacio y cuando los saques verás que apenas se han arrugado. Cierre todas las cremalleras y evitaremos que dañen otras prendas.


Si doblamos las camisas hemos de ponerlas enfrentadas, es decir, una hacia arriba y otra hacia a bajo, de forma que los cuellos no se pisen.

Si a pesar de todo, la ropa ha quedado algo arrugada, podemos colgarla en el cuarto de baño mientras nos damos una ducha; el vapor caliente penetra en la prenda y elimina algunas arrugas.

Los productos de higiene, siempre lo más aparte posible. Lo mejor, es una bolsa de aseo impermeable o neceser, situado en un compartimento independiente de la maleta, así evitaremos que la ropa pueda mancharse si se derramara algún líquido o fluido.

Decidido el equipaje, no olvidemos un mínimo botiquín de urgencia (atención a las frecuentes enfermedades y medicación personal). Los pequeños huecos y recodos de la maleta pueden alojar esas pequeñas cosas, que nunca sabemos dónde llevar.

Si viajamos en barco o en avión, no olvidar de cerrar bien la maleta. Un pequeño candado será perfecto y evitaremos sorpresas inesperadas, también en los hoteles. Si vamos en avión, plastificar la maleta, será lo mejor por motivos de seguridad.

EQUIPAJE BÁSICO, y no tanto:

- Prendas de vestir y de abrigo, preferible de tejidos naturales. Adecuada al destino.
- Calzado cómodo y usado. Adecuado al destino.

- Calcetines de hilo o algodón, reforzados en talón y empeine.

- Chubasquero, en su caso, mejor que paraguas.

- Set de higiene y cuidado personal. Atención al volumen de líquidos en los aviones (menores de 100 ml.).

- Pequeño botiquín.

- Sombrero, pañuelo o gorros. 

- Gafas de sol y protector solar 50.

- Botella de agua y azúcar.
- Bolsa de cintura y/o faltriquera.
- Pañuelos de papel e higiénico para imprevistos.
- Documentación: Pasaporte y DNI. Tarjetas de débito y crédito. (No guardarla en la maleta, riesgo de ser facturada).
- Documentación sanitaria.
- Teléfono (cargador). Cámara de fotos. GPS. Brújula. Reloj. Pulsómetro. (Mejor todo en uno). 
- Cargador solar y/o pilas recargables. 
- Linterna. Navaja multiusos. 
- Tableta o portátil y su cargador, mejor solar. 
- Guías y mapas. Cuaderno y lápiz/bolígrafo.
- Bastones telescópicos, mejor dos. (Para cierto tipo de viajes).
- Barras energéticas. Purificador de agua. (Para cierto tipo de viajes).



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